Alumnos de las Escuelas Nro. 877 y 305, participaron de un taller de huerta en la Fundación Integrar
En una labor que integra distintos talleres que se llevan adelante en la Fundación Integrar (huerta, paisajismo, cocina y el centro de día de niñez y adolescencia), este jueves se llevó adelante una propuesta para alumnos de las escuelas N° 877 y 305.
Los niños participaron en primer lugar de una actividad educativa sobre lo que significa la tierra para nuestras vidas, luego recibieron una merienda realizada en los talleres de cocina y finalmente de un momento de juegos. «Esto forma parte de una decisión de abrir el predio para recibir a las escuelas… Estamos trabajando también en un proyecto con la Escuela Nro. 6034, y la verdad es que nos sentimos felices por estar recibiéndolos», dijo Laura Lamberto, coordinadora de la entidad.
«Hoy convocamos a las escuelas para homenajear a la Tierra en su día -dijo Jésica Manassero, docente de Huerta-, dado que por cuestiones climáticas debimos suspenderlo con anterioridad. Les contamos a los chicos que además de oxígeno a través de los árboles, la tierra nos da alimentos, y hoy les explicamos qué tipo de verduras y frutas se pueden sembrar de acuerdo a cada estación». También, los visitantes tuvieron la oportunidad de estar en la huerta y aprender a sembrar, con el objetivo de que «estén en contacto con las semillas», contó Jésica, encargada del diseño del espacio en el que «nos abocamos a lo que es el cultivo de plantas nativas y su importancia para el medio ambiente».
Miriam Busnelli, docente del Taller de Cocina, en tanto explicó que «los asistentes se encargaron de hacer un recibimiento con tortas y alfajores para que disfruten los chicos en esta jornada». En este período «estamos haciendo panificación ya que ahora no tenemos cultivos, pero cuando hay producción en la huerta, tomamos lo que cosechamos, lo llevamos a la cocina y se elabora».
Otras propuestas de la Fundación
En el predio funcionan, además de huerta, paisajismo y cocina, un taller de telar, procesado de verduras, y el grupo de recuperación que hace las actividades de mantenimiento. Cada grupo tiene un docente y acompañante a cargo, y además funciona el Centro de Día de Niñez y Adolescencia que también tiene sus cuidadores, «es un equipo de unas 30 personas que acompañan a quienes vienen a los talleres», explicó Lamberto, señalando que el eje central son «las actividades sociolaborales o socioproductivas, con la idea de que el trabajo es lo que nos da dignidad a las personas, y es lo que la mayoría de las personas que vienen acá marcan como una necesidad, donde para todo lo que tengan que resolver -sea consumo problemático, sea un problema anímico, o por atravesar problemas de violencia-, el trabajo o el poder tener una retribución y llevar dinero a casa, es un piso y tiene que ver con el poder recuperarse».
En este sentido, precisó Laura, «el rol del Estado es fundamental, porque todo lo que se hace acá, se financia con distintos programas que son parte de políticas públicas y promueven la inclusión sociolaboral… Hay políticas públicas del SEDRONAR, que se orientan a lo que es asistencia a consumos problemáticos, hay políticas de APRECOD que es similar pero a nivel provincial, hay sobre niñez que financia la actividad del Centro de Día, los programas Santa Fe Más, Potenciar Trabajo, Nexo Oportunidad, y los programas del Ministerio de Trabajo, Acciones de entrenamiento para el trabajo, que son en gran medida, los que financian la remuneración de los asistentes, y luego, cuando los microemprendimientos empiezan a generar fondos, esto significa ya una generación genuina de recursos».