
«SOMOS PAISAJE»: cómo se trabaja en este primer mes del programa para el arbolado público y espacios verdes


Boero y Broda dieron detalles de la labor que se lleva adelante en este primer mes de programa.
Presentado el pasado 1ro. de octubre, sobre el programa «SOMOS PAISAJE» esta semana desde el Municipio se brindaron precisiones acerca de las tareas que se están desarrollando en la ciudad respecto al arbolado público.
«A pedido del intendente Mariano Busso, estamos junto al ingeniero Rubén Broda para comentar cómo estamos trabajando en el marco del programa, sobre todo para llevar un poco de claridad en cuál es el procedimiento… En primera instancia, queremos comentar que hemos hecho una resolución interna a través de la cual se pone en funcionamiento el programa, donde van a estar incluidos los protocolos que hemos comentado el día del lanzamiento, que tienen que ver con la extracción, la poda o la plantación, al tiempo que los ciudadanos, para cualquiera de estas acciones, tienen que acercarse al Municipio, a la Oficina de Obras Públicas, a solicitar la autorización pertinente. El ingeniero y el equipo de Obras serán los encargados de determinar si están autorizados o no a realizar esa acción», planteó Emanuel Boero, secretario de Gobierno, al tiempo que adelantó que «vamos a llevar adelante en el transcurso del próximo mes, antes del fin de año o principio de año, un curso para lo que van a ser los plantadores o los podadores oficiales, siempre con la coordinación y compromiso del Municipio».
En el caso que un vecino, por ejemplo, quiera plantar un árbol frente a su casa, «para eso está el plan director, que determina las diferentes especies que van en la ciudad. En esta primera instancia estamos trabajando dentro de lo que son las cuatro avenidas, en realidad nos extendemos un poquito hacia el norte y trabajamos hasta calle Reconquista, y otra buena noticia es que dentro de los trabajos, lo estamos haciendo en el vivero, recuperando ese espacio abandonado por muchos años y que hoy para nosotros es una gran felicidad».
Cómo se está trabajando
El ing. Rubén Broda, a cargo del programa, entendió que «SOMOS PAISAJE» «significa que es toda la ciudad la que está involucrada, queremos que todos aquellos que sean amantes de los árboles, de la naturaleza, del verde, nos acompañen… El programa se va a llamar 30-300-300 y tiene algunas premisas que es lograr el acceso a las plantas de cada una de las personas que es que el 30% de las calles estén cubiertas de sombra, que no haya más de 300 metros desde donde una persona vive hasta donde tenga un espacio verde al que acceder, y 300 es un número que nos parece simbólico, pero que es el número que va a significar el grupo de gente que nos va a acompañar: la gente del CeDA, la gente de los viveros que trabajan en la ciudad, la gente de grupos ecologistas, de Guardianes del Territorio, del INTA, y todo aquel que se quiera sumar para que llenemos Gálvez de naturaleza y con eso mejore la calidad de vida de todos sus habitantes». «Lógicamente que es un plan que tiene varias etapas -continuó- porque en esta ciudad ha habido, no quiero usar la palabra abandono, pero ha habido un deterioro de la conducta de sostenimiento del arbolado y hay tareas que se han postergado, por lo que eso nos ha llevado a tener que hacer algunas tareas estructurales en las avenidas. Es el caso de los jacarandás, es el caso de los lapachos de 25 de mayo, el caso de Bermúdez y de Balbiano, y el de Hipólito Yrigoyen. Queremos mantener el arbolado que nos dieron, que generaciones anteriores tuvieron la visión de generar esta ciudad y lo vamos a sostener. Entonces, el plan director cumple ahora la etapa de ordenar el macrocentro y algunas calles directrices de la ciudad, porque la segunda etapa del plan director es participativa«.
En ese sentido, entendió que «queremos que el vecino participe en la decisión del paisaje frente a su casa, que esté convencido… Por eso vamos a estar en la calle, visitándolo con este grupo de gente que nos acompaña, teniendo reuniones en las vecinales y decidiendo los otros colores de la ciudad que están relacionados con los barrios más pequeños. El macrocentro, en tanto, va a cambiar un poco su fisonomía y el árbol principal no va a ser más el fresno sino el acer negundo, salvo en algunas calles como Coulín, que tiene una fisonomía muy particular y mantenemos ahí los crespones, ¿no es cierto?. Entonces preservamos y potenciamos el arbolado que ya existe, y proyectamos un poco al norte de la ciudad, lugares que están en pleno crecimiento y urbanización, con la plantación de otra especie que es el acer buergerianum, vamos a darle color a la Avenida 20 de Junio», donde el rojo de esta especie le va a dar una presencia diferente y color en invierno».
Respecto al vivero municipal, «tenemos ya la inestimable colaboración del CeDA, dado que gracias a ellos hemos empezado la siembra en almácigo, porque tenemos que lograr que dentro de tres años tengamos los primeros árboles producidos en Gálvez para las calles de nuestra ciudad. Ya empezamos con fresno y acer negundo, y los lapachos amarillos, los lapachos rosados, los jacarandáes, todo eso lo vamos a empezar a multiplicar ahora, y vamos a ir acrecentando ese caudal hasta que podamos dar muestra de ello y la comunidad lo pueda disfrutar».
A toda esta labor, aclaró Broda, «por normas técnicas internacionales tenemos determinado cuáles son las acciones que hay que realizar en el arbolado. Si un árbol tiene determinada condición, entonces debe extraerse porque está en riesgo de caída. También hemos incorporado este protocolo para definir con el vecino, basándonos en parámetros técnicos, cuándo el daño que provocan las raíces es irreversible y cuándo puede corregirse mediante medidas técnicas. Y este protocolo también, más el protocolo de poda, nos va a dar lugar a una acción que es otro eje del proyecto, que es que el año próximo, cuando comience la época de poda y demás, no solamente la municipalidad esté haciendo poda en las calles, sino que mediante un procedimiento ordenado de censo, de dictamen y de ordenamiento y personal capacitado, que lo vamos a llamar podador habilitado».
«Queremos vivir el paisaje -finalizó el ingeniero-, queremos que lo disfruten, que lo comprendan, y más lo entiendan, más lo van a disfrutar los vecinos».