Seis meses de cuarentena: la actualidad en el sector agropecuario de la región

Se cumplen seis meses de cuarentena en Argentina y sobre la realidad para el sector agropecuario, una de las actividades consideradas como esenciales por el Decreto 297/2020, dialogamos con el ingeniero agrónomo Martín Favre.

Martín Favre, en diálogo con GálvezHOY.

El trabajo «fue bastante bien porque fue con protocolos muy estrictos«, analizó, «en marzo el terror que teníamos en un tambo era si una persona se enfermaba, porque todo su equipo tenía que hacer cuarentena, que generalmente son las familias, y es imposible reemplazar las tareas diarias de todo un equipo de un día para el otro… Pero los protocolos fueron de extrema seguridad y eso funcionó bien». «No tuvimos casos en la zona en el sector rural, por lo que se ha podido seguir con el trabajo con normalidad», especificó.

Uno de los factores fundamentales para la labor agrícola ganadera es el clima, y en ese sentido sostuvo que «fue una campaña complicada, con muy pocas lluvias en el verano pero precisas para que no se perdiesen los cultivos y los rendimientos fueron en algunos casos aceptables, otros más bajos, y otros buenos. Con el trigo y los cultivos de invierno, venimos igual… con muy poca lluvia. Hubo una lluvia clave que fue el 1° de septiembre, de 20 a 30 milímetros en la zona, y estamos esperando que el fin de mes sume algunos milímetros más para que no sea un fracaso la cosecha fina».

Ganadería

En el tema ganadero, «estamos con las reservas muy comidas porque al no llover, hizo que si bien el clima es bueno para los animales, el requerimiento de alimentos hay que dárselo con suplementos y granos que son más caros. Es por ese motivo que estamos necesitando el agua».

Y en cuanto a las perspectivas, planteó que «tenemos una Niña declarada débil, y cuando sucede eso las lluvias están por debajo de lo normal en la temporada de primavera y verano. Los pronósticos coinciden que la primavera será más seca que lo normal y el comienzo del período estival también aunque a partir de febrero o marzo se normalizaría». «Estamos muy preocupados porque no hay reserva de agua en el suelo, hay necesidad de lluvia y los pronósticos no son alentadores. Todos los productores están tratando de hacer estrategias y usar de la mejor manera el agua que caiga», sintetizó.

Sociedad Rural de Gálvez

Para esta fecha, todos los años desde la Sociedad Rural de Gálvez se realiza una jornada ganadera «que es en la fecha que era la tradicional exposición, con características de ser un día completo: por la mañana visitábamos un caso real, volvíamos a la Rural para analizarlo técnica y económicamente, y por la tarde había charlas de los disertantes», explicó, en tanto que este año, dadas las medidas sanitarias, «hemos decidido hacer dos jornadas virtuales los lunes 21 y 28 de septiembre, donde en cada una se van a abordar diferentes temas».

En la primera jornada «se expondrá sobre la producción ganadera en las islas y contaremos con una entrevista con un productor de la zona que tiene islas para que nos cuente su experiencia. Además, un técnico del INTA de Monte Vera que trabaja en investigación, nos hará una reseña de los puntos a tener en cuenta sobre este tipo de producción». En tanto, el lunes 28 «trataremos algo novedoso para la zona como lo es la ganadería regenerativa. El Ing. Agronomo Pablo Borelli disertará sobre qué es este tipo de ganadería y manejo holístico de la ganadería».

Los interesados pueden sumarse a través de Zoom, «les vamos a hacer llegar a través de mail o por Whatsapp el link donde pueden registrarse y participar de las jornadas, que son libres y gratuitas».

Dólar

Finalmente, y consultado acerca de las decisiones gubernamentales acerca del dólor, Favre precisó que «el sector agropecuario se mueve con el dólar oficial, lo que genera es más brecha, porque el dólar blue estará a 150 y hay algunas cosas que se mueven con este tipo de cambio aunque no son las más importantes».

«Al productor le preocupa más -sentenció- el tema del impuesto a las Ganancias y todos los impuestos que se van sumando… Los insumos se compran con un dólar de 80 pesos, pero lo que preocupa es la presión impositiva de todos lados, porque perjudica al productor y a todo el movimiento económico, ya que si alguien decide instalar un tambo, o agrandar su ganadería, o sembrar más, eso implica movimiento de todo tipo y cuando no hay renta, no hay capacidad de inversión y no hay movimiento… Esta situación no es para nada buena para las localidades como las nuestras, donde la sangre que mueve el cuerpo de la región es el sector agropecuario».