Segunda noche de culturas del mundo, con Julia Zenko y Los Ranser como shows centrales
En la noche del sábado, las culturas vivieron una noche a pleno sobre las tablas, pudiendo los presentes disfrutar de una diversidad de bailes que fueron desde Latinoamérica a Europa y Asia, coronando la noche los recitales de Julia Zenko y Los Ranser.
La programación se inició con la apertura preparada por la escuela de danzas y fitness de la profesora Daniela Milacher, haciendo alusión a nuestro país. Luego pasaron por el escenario el grupo de danzas RIBINKA de Rosario (bailes rusos y ucranianos, con más de 25 años de trayectoria), el grupo folklórico italiano Flor di Lucania (Rosario), por primera vez en Gálvez el ballet de danzas paraguayas ÑASAINDY, y la escuela de danzas indias NAMASSHIVAYA.
Llegó entonces el primer espectáculo de la noche… Julia Zenko, cumpliendo 40 años con la música, hizo un repaso de su vida en la canción por más de una hora de recuerdos. Temas como «Gracias a la vida» o «Con las alas del alma» arrancaron el aplauso encendido de los presentes, como así su éxito del primer LP (-¿Saben lo que es un LP?, preguntó risueña al público-) que grabara, «Carta de un león a otro», de Chico Novarro.
Tras el recital de Zenko, subió a mostrar su arte Pablo Gil, campeón mundial de malabares con pizzas y quien estuvo cocinando también en la noche. «Yo vengo desde muy abajo y que no les digan que no pueden cumplir sus sueños, porque yo lo hice y por eso estoy acá, muy agradecido a quienes me han convocado», dijo en charla con el conductor Oscar Félcaro.
Luego se sucedieron más colectividades: el grupo de danzas árabes HAIAT, el club argentino brasilero de Rosario, los Alcara Li Fusso, el ballet de danzas persas Shady, el grupo Olimpia de la colectividad helénica, la escuela de danzas indias NAMASHIVAYA, el representativo de Cuba y la asociación católica San Patricio SIAMSIA, para dar lugar a más música, en este caso del ayer con LOS RANSER, quienes pusieron a bailar a los entusiastas que los esperaron para el cierre de una segunda noche plena de gente.
