En Congreso de la Iglesia «Jesucristo es Dios», visitó la ciudad familia que viaja a misionar a Ucrania
La comunidad evangélica JESUCRISTO ES DIOS, lleva adelante una jornada de arte y música en la Plaza de la Mujer, en el marco de un Congreso Misionero que se desarrolla durante tres días en la ciudad.
Lorena Ojeda, integrante de la iglesia, recordó que antes de la pandemia «lo hacíamos todos los años y ahora lo pudimos volver a hacer, en esta oportunidad con la visita de misioneros que recorren el mundo viajando a países como Indonesia, Egipto o Ucrania para ayudar y llevar la palabra, el mensaje de salvación de Jesucristo».
Durante la actividad en la Plaza de la Mujer hubo baile, teatro, música con la presencia de jóvenes de Frank y San Justo «para hacer un poco de arte e invitar a los otros jóvenes que quieran venir a escuchar y a ser parte de este encuentro».
Gabriel Ryl y Karla Mironiuk ya estuvieron en el año 2018 en Ucrania y tenían previsto viajar durante 2021, pero la pandemia postergó su regreso a ese país. Hoy están aguardando para viajar su visa religiosa y esperan para abril o mayo, poder regresar a Europa. «Cuando estuvimos en 2018 pudimos recorrer bastante, nos veníamos preparando desde 2014, nuestros abuelos eran oriundos de allí y cómo ellos vinieron en un momento de guerra y fueron ayudados, nosotros pensamos en dar una mano y poner nuestro granito de arena», contó Gabriel.
Durante ese viaje pudieron conocer adónde iban a ir a vivir, pero hoy tampoco pueden ingresar a Ucrania por la guerra: «Vamos a dar esa mano que le dieron a nuestros abuelos, hacer lo mismo con los refugiados que están dejando el país. Entre abril y mayo viajaremos a España y de ahí pasaremos a Rumania para poder ayudarlos», esperando por fin llegar al país hoy en conflicto.
Gabriel y Karla tienen dos hijos y para ellos «es un desafío, pero como venimos preparando desde hace tiempo, ya nos agarró como en el duelo de salida, entonces tanto Juan Bautista como Anita (los hijos) también están preparados. No es un proceso fácil, pero ya lo tenemos asimilados. Estamos cerrando la etapa acá».
«Teníamos escuela para nuestro hijo, él empezaba primer grado allá -detalló Karla-, casa para alquilar, es como que estábamos preparados, pero cambiaron los planes. Pero estamos tranquilos, con mucha paz, redireccionando el viaje, esperando poder ingresar cuando esto se termine, pero por el momento trabajaremos con refugiados».
La idea es vivir durante tres o cuatro años en Europa y luego regresar a Argentina «para que los chicos no pierdan los vínculos con su familia y los amigos, para luego volver otra vez por otros tres o cuatro años. Porque el llamado es para toda la vida», concluyeron.
