
Volvieron las «Hebras de Esperanza» a Cáritas: manos solidarias tejen para abrigar a quien lo necesite

El pasado sábado, en el salón de Cáritas Parroquial por calle Sarmiento, el tejido y la solidaridad se dieron nuevamente cita viendo que la temporada de invierno se aproxima. «Iba a ser al aire libre pero el tiempo no nos acompañó», señalaron Silvina Savino, de Cáritas, y Andrea D´Amico, que nuevamente estará brindando toda su experiencia en el arte de tejer, «pero hay mucho calor de humanidad y de manos que se han prestado para este día para empezar otra vez con este proyecto de crear mantas, aunque también gorritos, echarpes y todo lo que pueda abrigar y dar calor al hermano necesitado«.
«Este encuentro fue muy emotivo», entendió Silvina, «siendo el objetivo el generar un espacio de reunión para volcarlo a un servicio solidario. Reunimos a la gente para que tenga un espacio de conversación y de esa forma también creamos un servicio». Los encuentros se van a realizar una vez al mes, «y cuando haga más frío tal vez lo podemos hacer en el Salón Parroquial, que está climatizado».
Andrea recordó que, para las mantas, «el que sepa tejer puede hacerlo en su casa también. Hacemos cuadrados tejidos en crochet, a dos agujas, tunecino, macramé, en la técnica que cada uno sepa. Los cuadrados tienen que ser de 20 por 20 centímetros, porque necesitamos unir 63 cuadraditos para formar una manta de una plaza. Luego también necesitamos gente que puede unir esos cuadrados. Entonces, la idea es enseñarles a las señoras a unir para que pueden tejer en casa y unir tiras de 7 cuadrados, de 9 cuadrados, y después venimos acá y las unimos entre todas, porque tenemos una mesa grande». «Siempre también necesitamos lana -agregó-. Entonces, el que tenga un pullover que está viejito y quiere acercarlo acá, a Cáritas, nosotros lo desarmamos y reutilizamos la lana, o si alguien quiere colaborar con ovillitos de lana, bienvenido sea».
El año pasado, en la primera experiencia, «fue un éxito total. Armamos 9 mantas, pero también hubo gente que tejió chalequitos, panceritos, escarpines, gorritos, cuellitos… Fue realmente emocionante porque hubo gente que trajo de todo, que de repetir este año, si está cerrada la Casa de Cáritas, lo pueden dejar en la Secretaría Parroquial, de martes a viernes, por la mañana y por la tarde». Y una vez realizadas las mantas, «se entregan en el comedor los días que hay feria. Hay gente que da una donación por este trabajo, pero también se entregan a quienes no pueden hacerlo. Y hay otras más chiquitas también que hacemos y que corresponden a los bebés, son seis cuadraditos, como cubrecoches por ejemplo».
Y mientras ambas hablaban, mostraban a modo de ejemplo una manta en la que ya fueron uniendo cuadraditos. «Acá está la voluntad y el amor de una persona que ya no nos acompaña, y este año se lo dedicamos a ella, a Elena Merlo. Ella no venía a los encuentros porque estaba imposibilitada ya era una persona mayor, pero me llamaba y me decía, ¿Silvina, me traés lana? Toda la semana yo iba y le llevaba lana, le había puesto ‘la come lana’ y le decía ‘¿vos qué comés, lana?’, porque tejía y tejía, entonces acá está un poco el amor de esa persona para abrigar y es un homenaje a Elena, una tejedora que tuvimos, que no ha participado en estos encuentros pero que siempre estuvo acompañándonos desde el corazón».
Finalmente, invitaron a todo el que quiera participar, «que quiera donar su tiempo, donar lana, juntar y venir. La que no sabe también puede venir y yo le doy el empujoncito inicial para que arranque», finalizó «Andre, «porque estas son son cosas que llenan el corazón».