Tras recorrer más de 3.000km. en bici uniendo Gálvez y el Pacífico, Galdón retornó a la ciudad

Tras recorrer más de 3.000 km. uniendo Gálvez y Chile, y llegar hasta el Océano Pacífico en bici, en la tarde-noche de este miércoles el galvense Juan Galdón retornó a casa con la satisfacción de haber concretado su nueva aventura.

«Cuando vine de Mar del Plata, que fue mi primera travesía, una amiga de mi señora me dice que por qué no iba a los 7 Lagos que era muy lindo, me embalé y me dije ‘voy a ir hasta la frontera de Chile, y por 250km. más, me voy hasta el Océano’, así que ahí arrancó la idea, con entrenamiento 5 meses antes para hacer todo eso», relató sobre cómo se gestó esta aventura en solitario, «porque iba con peso en alforjas y subidas (que nada que ver las que tenemos acá con la Cordillera)».

Para organizarse, Juan se trazó el recorrido hasta la ciudad de Constitución, cruzando Los Andes, dividiendo todo el trayecto en tramos de unos 150km., «para que me coincida con lugares para ir parando, a veces eran 180, 200km., de modo de reservar para dormir y descansar». Constitución es una localidad balnearia, «modesta pero linda, ahí descansé un día y luego ya pegué la vuelta…», comentó, confesando que «siempre trato de hacer un cambio cuando noto que me estoy forzando porque son muchos kilómetros, y cuando más lo sentí fue cuando después de cruzar a Chile, el pavimento estaba muy roto, y había unas bajadas tremendas, y además el viento de la montaña era muy fuerte, y tenías que cuidarte porque del otro lado estaba el precipicio. Lo peor de esto fue a la vuelta, donde en un momento había una subida muy pronunciada y tuve que caminar porque no me daban más los cambios, y después de la aduana de Chile, me pasó lo mismo, así que caminé ese día como 15km.».

«Mirá si era pronunciada esa subida que los autos se recalentaban, imagináte yo con un solo caballo de fuerza, que era yo», acotó.

Entre los recuerdos de este viaje, se trae «la cantidad de gente que te saluda en la ruta, los autos, los moteros que te tocan bocina porque sienten como vos estos viajes, en la Aduana estuve charlando con los carabineros, gente muy humilde, muy dada, igualmente la de la zona de San Luis».

A su regreso, sus compañeros de pedaleo en ruta le dieron la sorpresa de esperarlo en Monje por la 11, «donde me pasan tres locos, los hermanos Pala y el «Rana» Carabajal (risas), y después se fueron agregando Leandro Contreras, Cachito Solís, Mauro Amadei, y en la entrada hasta un par de amigos colimba de Santa Fe que vinieron a recibirme, y la familia por supuesto, pero no puedo hablar porque me emociono», finalizó, remarcando que su viaje «de paso sirve para aquel que quiera hacer algo y no se anima, que pueda hacerlo… mirá que tengo 61 años y acá estoy, hay que animarse a hacer las cosas«.

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