Tiempos de cuarentena: la vuelta a la huerta en casa

En este contexto de cuarentena, «surgió la posibilidad para la gente, de realizar algunas cosas prácticas en sus patios, canteros o lo que sea, y empezaron a hacer su huerta«, entendió Hugo Amherd, de INTA PRO-Huerta, «un motivo es la pandemia que estamos atravesando, y otro es el precio y la accesibilidad a los alimentos de primera necesidad como son las verduras».

Hoy, desde PRO-Huerta se trabaja institucionalmente con la Municipalidad de Gálvez y el CeDA, «lo cual nos facilita muchísimo la entrega de semillas. INTA las abastece en las localidades de la región, pero para lo que es Gálvez, lo aporta el municipio. Somos dos equipos que trabajamos en forma conjunta, y hoy el CeDA fracciona y entrega las semillas como hace tiempo lo hizo INTA», explicó, «siendo importante destacar que el volumen de semillas, que viene de la cooperativa FECOAGRO de San Juan y llega a través de Nación, se redujo por razones del presupuesto a un 50%, pero estamos cubriendo prácticamente a todos los huerteros con el aporte de la Municipalidad».

Este año «empezamos a entregar las semillas y surgió lo de la cuarentena, las puertas del INTA se cerraron y se atendió telefónicamente o por Facebook, y se coordinó a través del CeDA la entrega, lo que fue impresionante. Se formaron por ejemplo dos grupos de Whatsapp de 250 huerteros cada uno, más aquellos huerteros que ya venían trabajando con nosotros».

Antes, desde PRO-Huerta se dictaban capacitaciones teórico-prácticas, pero este año, la bibliografía sobre cómo hacer una huerta se difunde a través de las redes sociales, «son muchas las preguntas sobre cómo producir en pequeños espacios, se pueden hacer huertas en contenedores, o verticales en pallets, o en tachos de 200 lt. Para la gente de la tercera edad, es mucho más fácil producir sobre mesadas, y para los huerteros tradicionales, que tienen 100 o 200 mts. cuadrados, se entregan semillas también».

La clave para iniciar la huerta en casa es plantar lo que sea de germinación rápida, sea lechuga, rúcula o rabanito, «luego vienen los consejos que le damos a la gente sobre plantar pocas semillas, que lo hagan a la distancia que corresponde… todo es un aprendizaje para los huerteros, pero lo bueno de este trabajo insterinstitucional es que los mismos protagonistas se van ayudando entre sí». Y para el que se inicia en la siembra, «el consejo es paciencia… Que entienda que la semilla es un ser vivo y necesita de sus cuidados, que vaya haciendo prueba y error, que se guíe por calendarios de siembra, y lo importante es que las semillas que vamos entregando son de polinización abierta, es decir, que las semillas te van dejando descendencia y te produce semilla, algo fundamental en el proceso de huerta, no sólo consumir hortalizas sino también el producir la semilla propia, fundamental porque hace a la soberanía y a la seguridad alimentaria».

 

Imágenes de las huertas que los vecinos de Gálvez fueron realizando en su casa durante la cuarentena: