Superar el cáncer de mama: la historia de Olga
En el Octubre Rosa, y a través de «Tati» -una de sus hijas-, conocimos la historia de Olga.
Guerrera de la vida, este miércoles fue el día en que hizo sonar la campana en el hospital en Santa Fe: fue su última quimioterapia. A la vuelta, hubo unas horitas de descanso, y por la tarde, la sorpresa: en la salita amarilla del Ceci BBC, su familia la esperó para agasajarla y celebrar… Hubo muchos abrazos, lágrimas, y hasta torta en forma de cinta rosada, el símbolo contra el cáncer de mama. «Hoy hace dos años y nueve días que estuve peleando contra el cáncer y por segunda vez», dijo con mucha emoción Olga, quien superó hace tiempo un cáncer de útero, y hoy, el de mamas.
«El terminar la quimio lo viví solita, con una enfermera que me acompañó siempre, porque por la pandemia no se podía, así que me tocaba viajar sí acompañada, pero luego estar solita todo el tiempo… Estuve viajando dos años, dos o tres veces por semana, luego una vez, luego cada 21 días…», relató, en tanto que agradeció a su familia el acompañamiento. «Las primeras veces me acompañó mi hija mayor, luego mi hermana Liliana -quien fue la que nunca me dejó de insistir en viajar e ir-, mis hermanas me llevaron a empujones, y gracias a Dios pude salir».
«Yo me descubrí un ganglio bajo la axila -recordó sobre la detección de la enfermedad-, pasó una semana y se hizo más grande. Fui al médico y tenía que hacerme una mamografía pero esperar dos meses, pero la dra. Virginia Delgado me dijo que no, que había que hacerlo rápido, ella se movió y a los 15 días ya tenía la mamografía y estaba atendiéndome en el Cemafe».
Hoy, recuperada, Olga pidió a las mujeres que pasan por su misma experiencia, el «tener mucha confianza… La primera vez yo estaba lejos, me tocó sola y con mis hijos chiquitos. Mi marido por ese entonces se iba a trabajar al campo por meses, pero ahora me encontré acompañadísima por mis hermanas, hijos, sobrinas, nietos, por todos… Mis hermanas desde un principio me dijeron que iba a salir, y yo no las quería defraudar».
En la ciudad y el mundo hay muchas Olgas, pero hoy su historia puede hacer historia y ayudar a otras mujeres a entender la importancia de los controles, el valor de los afectos, y el significado de la fe…
