Suboficial del Comando salvó la vida de una persona mayor practicándole RCP
(Imagen TV).-
La noche del pasado 8 de febrero, no fue una noche más para el galvense Matías Elías, de 25 años y suboficial del Comando Radioeléctrico. Porque el deber lo llamó mientras patrullaba de forma impensada, y porque con sus conocimientos de RCP pudo salvar una vida…
«Me encontraba patrullando y desde Comando soy comisionado a un domicilio de Avenida de Mayo casi Falucho… Cuando arribo al lugar me encuentro con un grupo de vecinos y el hermano del propietario de esa vivienda, que quería ingresar y no podía, y por eso había solicitado la presencia policial en el lugar», relató Matías a Cablevisión Noticias, quien dialogó con el agente tras conocer el hecho. «Llegó un cerrajero, que me permitió el ingreso sin hacer uso de la fuerza junto al familiar del señor, y cuando ingresamos, vemos a unos 7,8 metros a un hombre en el piso y unas sillas como que se habían caído. En ese momento, comienzo a hablar con esta persona, que es mayor, y lo primero que hago es agarrarle la mano, me presento como suboficial de policía, y noto que se encontraba perdido, un poco desorientado, entonces les pido a los demás que llamen a personal de Bomberos para asistirlo».
Fue ahí cuando Elías debió superar la situación más dramática: «Luego me dejó de contestar, veo si respiraba y ya no lo hacía. Le tomo el pulso y no respondía. Entonces comienzo a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP)… Cuando empiezo a hacerle las compresiones, después de unos segundos, que para mí fueron eternos, veo que vuelve en sí…». El suboficial pidió nuevamente por Bomberos, quienes llegaron y trasladaron al masculino a Sanatorios Integrados, donde lo atendió el Dr. Moya.
«Una vez que me tranquilicé -añadió Matías-, porque no es fácil actuar en momentos así, escribí el informe y elevo a la superioridad lo actuado… Yo estaba patrullando solo, mi compañero estaba haciendo otras diligencias, y mientras estaba revisando unas alarmas, me encontré con esta situación».
Hoy, Elías -quien seguramente será destacado por su accionar- recuerda el episodio y el haber salvado una vida lo hace sentir «contento, orgulloso», en tanto que espera «que este señor se encuentre mejor, porque no volví a hablar con él» y entiende que situaciones cómo la que vivió son simplemente «parte del trabajo, de lo que hacemos día a día».
