Inauguraron ANA FRANK, UNA HISTORIA VIGENTE, «una muestra para construir empatías»
Con la presencia del senador Leonardo Diana, el intendente Mario Fissore, el representante en Santa Fe de las actividades del Centro Ana Frank Argentina y coordinador de Espacios Educativos Leonardo Simoniello, otras autoridades locales y representantes de instituciones educativas y sociales, quedó inaugurada este lunes, la muestra itinerante ANA FRANK, UNA HISTORIA VIGENTE, que ya había pasado por la ciudad en 2016.
La propuesta, que recorre con imágenes la infancia de Ana en Frankfurt y Ámsterdam, el surgimiento de los nazis, la persecución de los judíos y la reacción de la población, se exhibe en el Club Tracción, y fue inaugurada tras acto en la mañana del lunes.
«Recuerdo la anterior en las instalaciones del Concejo, donde se podía ver la historia de Ana Frank, y hoy se le anexan las historias de otras personas, que también han dejado su vida en los momentos más oscuros de nuestro pasado. Damos la bienvenida a todos y a esta muestra, para que los alumnos de las escuelas locales puedan saber de nuestra historia», dijo el intendente Fissore, al tiempo que agradeció a los chicos que se capacitaron para contarles a los demás «por su compromiso para contarles a los demás, qué pasó en el mundo, porque es importante conocer de dónde venimos, para hacerlo mejor».
Luego, fue el senador Diana que dio el saludo a los presentes, y adelantó que la muestra estará abierta hasta el 27 de mayo, «por la cual van a transitar jóvenes de 6to. y 7mo. de la escuela primaria, y todos los niveles de secundaria. Y aquí no sólo se va a contar la historia de Ana, cuyo pueblo sufrió tal vez uno de los genocidios más atroces, la muestra nos deja su legado y nos invita a pensar sobre los delitos de discriminación, violencia, y lesa humanidad que existen hasta nuestros días».
También añadió que acompañan esta muestra HISTORIAS DE DESOBEDIENCIAS, «la historia de personas que desobedeciendo órdenes salvaron muchas vidas, y además un apartado sobre dictaduras en América Latina que nos obliga a reflexionar qué ocurre cuando se pierde el Estado de derecho y nos invita a responsabilizarnos para construir una democracia mucho más sólida».
Finalmente, y antes del corte de cintas, quien pronunció unas palabras fue Simoniello, quien entendió que «el ver aquí distintas voces, distintas edades, le hace bien a la inauguración de una muestra… la presencia de autoridades, pero también de alumnos, de docentes, y a veces los adultos debemos interpelarnos y preguntarnos si estamos dando un buen ejemplo y si estamos construyendo diversidad«.
Luego se refirió al legado de Ana: «A ella le regalaron un diario, y se tuvo que esconder del nazismo en lo que denominó la casa de atrás, y en ese diario escribió quizá las páginas más leídas de la literatura universal, detrás de la Biblia, en un libro traducido a más de 70 idiomas… Pero por qué aún hoy nos convoca? Porque todavía siguen sucediendo cosas que están mal». «Entonces, esta muestra sirve para construir empatías, para construir ciudadanía… No está sólo dirigida a jóvenes, sino a adultos que debemos reflexionar, y va a estar guiada por estos chicos que durante sábado y domingo se cargaron la mochila de conocimientos para poder contarlos. Desde el Centro Ana Frank valoramos muchísimo esta postura, y dada la cantidad de turnos dados, vamos a tener que volver a capacitar a otros jóvenes, y esto está bueno porque nos proponemos cubrir esa expectativa por esta propuesta», agregó.
«Desde el Centro Ana Frank -cerró Simoniello- creemos que estamos transitando por momentos complejos, donde hay que saber advertir cuáles son los roles que ocupamos. En los roles de las violencias, existe un agresor y un agredido, pero existe el del observador pasivo, que somos muchísimos, pero también otro rol más importante que es el de la protección. Cuando existe una víctima o un agredido, siempre debería haber mayores protecciones, lugares adonde acudir a que ese dolor sea menor, y ése es el desafío: ocupar lugares de protagonismo, no ser observadores pasivos, porque cuando la gente la está pasando mal, tenemos que actuar por lugares de mayor protección».
