Fernández de Rosa: «Hoy la tele han sufrido un empobrecimiento exponencial, es todo copia»
El actor Alberto Fernández de Rosa fue el padrino del Primer Festival Interprovincial de Teatro «Betty Frutos» que comenzó el sábado y terminó el domingo, con presencia de grupos teatrales de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Salta.
El reconocido artista participó del acto inaugural, luego brindó un taller y por la tarde atendió a los medios de prensa analizando que «me produce mucho interés lo que está pasando en este encuentro de teatro, porque están ocurriendo muchas cosas: una es que estamos inmersos en una realidad muy convulsionada en los planos históricos, geográficos, en el bélico porque tenemos una guerra y estamos saliendo de una pandemia, y el teatro nunca es una cosa urgente, siempre es algo que se pospone, pero salir de esa barahúnda de malas noticias, de retroceso, de dolor, para sentarnos a hablar de teatro, que es un hecho que es un reflejo y sintetiza la realidad social en su conjunto, es absolutamente maravilloso, porque es trabajar en serio sobre la realidad, discutirla, examinarla para cambiarla y salir del barullo… Estamos tan embarullados que no alcanzamos a ver y nos quedamos en el fenómeno, en la disputa política partidista y no estamos sobre el verdadero suceso, que es el alma de la gente».
Fernández de Rosa también tiene una amplia militancia en la defensa cultural, siendo director de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, secretario de cultura de la Ciudad de Buenos Aires, asesor en cultura del gabinete de ministros de la Provincia de Buenos Aires y «además un actor, de remarla, de trabajar por las políticas culturales en el terreno y ganándome la vida con eso, con mi trabajo, que es algo sagrado».
LA TELEVISIÓN DE HOY
Respecto a su visión de los medios masivos de comunicación hoy, tiene una mirada muy crítica: «Lamentablemente han sufrido un empobrecimiento exponencial. Comentaba en la charla y la comida con los colegas, que en otras épocas para competir se buscaba algo ingenioso, distinto y original… Si alguien hacía música, en el otro canal se hacía ficción y en otro había un programa periodístico. Hoy no existe ninguna posibilidad de creación, son vagos los que trabajan, no generan novedad. Hay una confusión con el tema: de cuál es el camino para el éxito y cuál para el rating».
Allí dio como ejemplo lo ocurrido con «Mesa de Noticias», programa emblemático de los años ’80 del que fue parte: «Cuando empezamos durante el primer mes no nos miraba ni mi mamá, nadie miraba el programa. Fuimos por un camino que fue una equivocación, no del «Gordo»(Juan Carlos) Mesa sino que se equivocó el productor que tenía otra idea. Entonces al mes lo levantaban. «Mesa de noticias» al mes dejaría de existir y entonces Gustavo Yankelevich, que por aquel entonces era un empleado más de la empresa Marín, Montero y Di Lorenzo, se juntó con el «Gordo», armaron una idea y se la presentaron a los directivos, defendieron esa idea y les dieron un mes más… El programa rompió todo, porque hubo creatividad, porque se sentaron a pensar algo distinto, y allí el «Gordo» incorporó el disparate dentro de la realidad».
Fernández De Rosa reiteró que el éxito de aquel programa «fue la novedad» y lo comparó con la televisión de hoy: «Hoy es todo copia, a lo que se agrega la noticia del suceso. Lo que está bárbaro es que un periodista dé una noticia, la analice y opine, pero que invente y macanee no, y se macanea mucho».
UNO Y MIL ÉXITOS
Al repasar la trayectoria de Alberto Fernández de Rosa, se observa que su presencia está incorporada en programas que trascendieron varias generaciones: Mesa de Noticias; Brigada Explosiva; Grande Pá!; Chiquititas; Violetta, y la lista continúa. Al respecto, entendió que «es una experiencia intransferible y maravillosa. Saber que uno ha transitado más de 60 años en los escenarios y las pantallas, en radios, en videos, en el cine, también es una gran responsabilidad, pero que asumo con un gran orgullo y ganas».
Por último dejó un mensaje a todos quienes quieran comenzar por el camino del teatro y de la cultura: «No se priven, y no quieran empezar por el final. No tienen que empezar por el último escalón, que comiencen desde abajo. A nosotros nos hacían barrer el escenario, sólo van a poder continuar en esta profesión bancándosela y no convertirse en un mercachifle, amando la cosa y para amarla hay que conocerla y esto se conoce estando adentro, haciendo de todo, limpiando el escenario, esperando horas entre las cosas, devanándose los sesos, estudiando los textos, y no sólo buscando el éxito».
