Recordaron a «Evita» a 72 años de su fallecimiento

Al cumplirse 72 años del paso a la inmortalidad de «Evita», María Eva Duarte de Perón, el Partido Justicialista local convocó a una mateada y un posterior acto frente a su busto, que se erige en la intersección de Jorge Newbery y Lisandro de la Torre.

A la hora de los discursos Marcela Dona, una vecina, relató un momento de su historia personal que la recuerda: «De familia radical del pueblo Estación Irigoyen, soy nieta de las abuelas que esperaban que pase el tren para ver a Eva repartir los juguetes de su Fundación. Eva sostenía que la felicidad de los hogares era un pilar fundamental para luchar contra la injusticia». Y recordó que «su compromiso estaba ligado a la democratización del bienestar. Para acceder a los juguetes no había que provenir, necesariamente, de una familia peronista. Se repartían en todos los hogares-escuela, hospitales, guarderías y pueblos del país. Y ello terminó impulsando el desarrollo de la industria nacional del juguete», pero «años más tarde, con la llegada de los militares, esos juguetes debieron ser guardados en los sótanos, en caso que nos golpearan la puerta y se convirtieran en objeto de violencia por ser un símbolo peronista».

Mariela Citzia, secretaria adjunta del PJ, fue otra de las oradoras y en sus palabras recordó que «el principal legado de Evita fue la potencia. La potencia en la solidaridad del amor, la potencia de lo femenino, la potencia del goce. Pensar de verdad que un país con todo adentro es posible». «Eva es siempre un norte -remarcó-, es siempre esa foto hermosa con un rodete o la Eva montonera con el pelo suelto y camisa abierta. Es poder llevar adelante todo con una fuerza increíble y no perder ninguna de las sensibilidades como seres humanos tenemos y algunas de ellas vinculadas con la feminidad».

Además, con «su participación en la política nos abrió el camino a todas las mujeres para también participar activamente. Algo que, hasta ese entonces, era solo visto y concebido desde una mirada masculina. Fue una adelantada de su tiempo. Una feminista sin saberlo».

Y cerró: «Hoy 50 años después, su política, sus valores, sus premisas siguen resonando en millones de argentinos y argentinas. Rompió el paradigma de lo políticamente correcto, para hacer lo que nadie había hecho por los más vulnerables: darles derechos, amor y dignidad».