
«No hay mejor huella para el corazón, que las patitas de un perro»: y si adoptamos???

En nuestra cuarta entrega, la historia de BONITA…
Es nuestro deseo y el de Reserva Canina, hallarles un hogar a los perris del refugio. Ojalá pudiéramos encontrarles uno a todos: adoptando o simplemente compartiendo, vos podés ayudar!
LA HISTORIA DE BONITA
«Mi historia es abandono y dolor…
Soy Bonita, una perra que una vez tuve un hogar y una familia. Pero dejaron de verme, fui invisible, fui la nada misma… y cuando ya no me quisieron, me dejaron olvidada sin atención, con una bichera tan grande que se veía hasta el hueso. Mi sufrimiento no importaba.
El dolor era insoportable, y un día no pude más levantarme, mi cuerpo se debilitaba cada vez más y quise morir. Me sentía sola, abandonada y sin esperanza. No entendía por qué mis dueños me habían hecho esto.
Pero llegaron ellos, y vi amor en sus miradas. Gracias a la intervención de estas personas amables pude sentir el deseo de intentar seguir. Me rescataron y me llevaron a un lugar seguro, donde recibí el cuidado y el amor que necesitaba.
No caminé por meses, pero gracias a la dedicación de mis nuevos cuidadores, que me proporcionaban pañales, comida y agua, curaciones y ejercicios diarios, y tantas caricias, pude recuperarme poco a poco. Fue tanto lo que hicieron por mí que, un día, hice mucha fuerza y me paré, y de a poco empecé a caminar, pasito a pasito, siempre cuidada.
Aunque mi cuerpo sigue llevando las cicatrices de mi pasado, mi espíritu está empezando a sanar. Espero que mi historia pueda servir de ejemplo para concienciar sobre el maltrato animal y promover el cuidado y la protección de los animales. No quiero que nadie más tenga que pasar por lo que yo pasé. Quiero que se sepan que los animales somos seres vivos que merecemos respeto, amor y cuidado.
Y ahora, estoy esperando en el refugio por una nueva familia que me ame y me cuide. Una familia que me dé la oportunidad de vivir una vida llena de amor, felicidad y aventuras».