Humedad y cultivos: cómo afecta la lluvia la campaña agrícola
Las lluvias y la humedad han sido una constante en el último tiempo, por lo que consultamos al INTA Gálvez sobre cómo afectan a los cultivos. Leandro Boero, titular de la agencia Gálvez, indicó que «para el comienzo de campaña, se arrancó con una buena recarga del perfil para lo que es soja y en el caso de maíz, que fue un poco más temprano en agosto, también tuvo una pequeña recarga que permitió sembrar el cultivo de maíz en sus comienzos y hoy en día se están viendo muy buenos rendimientos para esos sembrados tempranos. En el caso de los que se atrasaron un poco más la fecha de siembra, ya se escuchan rendimientos un poco inferiores. Sin embargo, para el caso del maíz, los rendimientos en esos lotes sembrados tempranos están rondando los 100 quintales, y en el caso de los sembrados un poco más tardíos, ya son 60 quintales lo que se viene escuchando y son rendimientos que apenas alcanzan a cubrir los costos, así que en ese sentido es un problema».
«Realmente venía haciendo falta la lluvia para soja y maíz, tuvimos noviembre y diciembre con una buena recarga del perfil, pero después de las fiestas se cortó, tuvimos un enero prácticamente sin lluvias para la localidad y muy desparejas a nivel zonal. Por ejemplo, en Gálvez tuvimos unos 30 milímetros y con periodos de sequía, de estrés tanto hídrico como térmico, que terminaron afectando al cultivo de la soja. Se veían rodeos quemados prácticamente con plantas muertas, y hoy en día con estas lluvias, está cambiando la situación. Empezaron a largar brotes terminales, ramificaciones… sojas con grupos de madurez un poco más grandes tuvieron más posibilidad de recuperación que sojas con grupos más cortos y también influyó mucho el manejo de siembra», continuó, de modo que el balance general de la campaña de soja «posiblemente esté en rendimientos similares a la media, posiblemente un poco más bajos, pero también vamos a tener rendimientos muy altos».
Respecto a los otros cultivos, «en el caso del girasol, esta campaña fue la vedette. Tuvimos rendimientos, para los sembrados tempranos, de 25 hasta 45 quintales, que prácticamente nunca se había escuchado esos rendimientos para girasol, así que viene siendo una muy buena campaña para girasol, que fue ganando terreno con respecto al maíz. O sea, como hubo tanto miedo por el tema de la chicharrita, se empezó a sembrar un poco más de girasol y sorgo».
Y respecto a la chicharrita «venimos haciendo monitoreos: veníamos con poblaciones prácticamente nulas, hasta que empezaron a aparecer ahora, pero el cultivo ya estaba pasando el estado fenológico B8, donde deja de ser tan perjudicial para el cultivo el ataque. Hoy en día, el último recuento que nosotros hicimos en trampa da unas 5 chicharritas. Sin embargo, eso tampoco te determina que esa chicharrita sea vector de la enfermedad. Yo creo que esta campaña no va a generar problemas a lo que es al maíz».
Por otro lado, «con estas lluvias en las últimas recorridas empezamos a ver el aumento de orugas que están comiendo vainas, o de chinches que también afectan directamente al cultivo y el aumento en la incidencia de enfermedades. O sea, si bien veníamos por un año seco, hoy en día, con estas condiciones de alta humedad, está predisponente para que afecten. Además, la cantidad de milímetros ahora caídos dificultan la entrada de las aplicaciones, entonces esta semana, los productores van a tener que tomar medidas como entrar con avión o empezar a entrar cuando tengan piso».
También entendió que «si en abril sigue lloviendo así como llueve, termina afectando, porque termina brotándose el cultivo y no se puede entrar a cosechar, entonces si bien ahora decimos que el panorama cambió para bien, que puede haber rendimientos un poco más aceptables, puede ser que después no podamos levantar el cultivo», sostuvo, recordando que, según el Servicio Meteorológico Nacional, «para marzo y abril dicen que van a ser precipitaciones un poco inferiores a la media normal».
