El proceso de counseling en un contexto de pandemia: la importancia de la gestión emocional
Escribe la Lic. Rita Francone (Trabajadora Social y Consultora Psicológica – Matrícula 1127)
Vivimos en una situación que nunca antes se había visto y que está causando altísimos niveles de ansiedad social fruto de la incertidumbre. No sabemos cuánto va a durar, ni cómo nos afectará a nivel personal o en la economía. No sabemos cómo será contagiarse o cuidar a un ser querido contagiado. El Covid-19 es una enfermedad nueva de impacto global que nos sorprendió a todos y con la cual debemos convivir. Y para esto, será de suma importancia encontrarnos lo más estables (mentalmente hablando) que se pueda.
¿Por qué COMENZAR un proceso de Counseling?
Para poder empezar a contarles los motivos por los cuales una persona tendría que comenzar un proceso de counseling, me gustaría explicar muy brevemente que es la consultoría psicológica (o counseling).
El Counseling es una profesión de ayuda, que tiene como objetivo asistir a personas que atraviesan conflictos, crisis, o que están en la búsqueda de mayor bienestar o integración personal.
Su campo de acción definido es el de la crisis en personas o grupos que no padezcan patologías psíquicas, y define su principal área de incumbencia en una frase, EL DESPLIEGUE DE LAS POTENCIALIDADES PERSONALES.
Sus funciones son:
– Acompañar emocionalmente al / los consultantes.
– Asesorar preventivamente.
– Promocionar acciones que mejoren la calidad de vida de los consultantes.
– Asistir en procesos de cambio y ayudar a tomar decisiones favorables.
– Facilitar la transformación y el despliegue de potenciales.
El counseling fundamentalmente trabaja en la promoción y prevención de la salud mental.
Luego de explicar qué es el counseling y cuáles son sus funciones, quiero volver a la pregunta que da inicio a este texto: ¿por qué elegir el counseling?
En primer lugar, porque es una forma de relación de ayuda holística que concibe al hombre como una unidad, facilitando la integración entre cuerpo, mente y espíritu.
En segundo lugar porque conocer el propio proceso emocional y tratar con las emociones propias requiere: la comprensión empática, la aceptación incondicional y la congruencia de quien facilita la ayuda, marco actitudinal característico del Counseling humanístico.
En tercer lugar, porque el proceso de Counseling es una instancia de aprendizaje, de modo que a través del mismo se aprende a utilizar las emociones con eficacia, ya que ellas son señales internas que brindan un panorama de la situación personal y una guía para actuar de una manera adaptada a las circunstancias y a las personas.
La importancia de los espacios terapéuticos como el Counseling o el Mindfulness, en este contexto de pandemia son fundamentales, ya que debemos poder aprender a gestionar nuestras emociones de manera saludable, fortalecer nuestra capacidad de resiliencia, y manejar la ansiedad y el estrés que nos genera lo desconocido.
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