El galvense Diego Pérez fue reconocido como mejor asesor CREA en la región sur de Santa Fe
Compartimos una nota publicada en Clarín Rural donde se destaca la labor del ingeniero galvense Diego Pérez.
Diego Hugo Pérez tiene 40 años, vive en Gálvez -a mitad de camino entre Rosario y Santa Fe- y ya lleva más de quince años trabajando como asesor CREA. Arrancó en 2005, recién recibido de ingeniero agrónomo, cuando los miembros del CREA Gálvez que él mismo había formado con el apoyo del INTA lo eligieron para que los asesore. “Si este chico tiene muchas ganas vamos a darle la oportunidad”, dijeron. Y él la aprovechó. Enseguida sumó a su cartera una cooperativa de tamberos, a los dos años sumó al CREA Las Petacas y luego fueron llegando más asesoramientos particulares.
Dice que su formación se basó más que nada en el relacionamiento con otros colegas a través de la mesa de asesores de CREA, pero que en realidad se trata de un proceso de aprendizaje continuo. Cursos, jornadas, intercambio de experiencias, experimentación a campo… Ahora, por ejemplo, está terminando una Maestría en Manejo y Conservación de Recursos Naturales en la Universidad de Rosario.
Gracias a esa vocación de mejorar, los reconocimientos no tardaron en llegar. En 2008 ganó un premio como asesor del año, en 2010 fue el asesor del año en la región sur de Santa Fe y en este complicado 2020 que termina repite ese logro: mejor asesor CREA de su región. «Porque es muy motivador, muy proactivo para el intercambio, muy participativo y comprometido. ¡Felicitaciones Diego Hugo Pérez por este reconocimiento y por tanto aporte a nuestra región!”, dijeron desde las redes del Movimiento.
En diálogo con Clarín Rural, Pérez cuenta que los grupos asesorados tienen sus particularidades. “Las empresas del grupo Gálvez están más zonificadas en Gálvez. Están yendo hacia la diversificación de actividades: agricultura, ganadería y lechería. Crecen en maquinaria y la expansión horizontal está más retenida pero están agregando muchísimo valor en cada una de las hectáreas trabajadas. Las del CREA Las Petacas son empresas de mayor escala y con siembras en distintos puntos de la Argentina: Córdoba, Santa Fe, Santiago, Chaco, Entre Ríos… algunos ya están en Uruguay. La visión del sistema productivo es mucho más amplia”, describe.
Pero enseguida pone el acento en un factor común. “Lo más importante en ambos grupos es la excelente gente que los conforma. El material humano y la calidad de la gente es excepcional, lo cual es una motivación para seguir esmerándose y hacer cada vez mejor las cosas”, dice.
Respecto a las problemáticas que aparecen en las empresas que asesora, destaca que hoy la sustentabilidad es una prioridad para todos. “Balance de carbono, nutrición, compactación, coeficientes de toxicidad… las empresas están muy preocupadas en esos aspectos”, dice, y añade que también aparecen temas como sucesiones familiares, organizaciones de directorios, gerencias, administraciones, en las que cada empresa va atacando distintos puntos.
Para ser un buen asesor, según Pérez, es clave el conocimiento y la confianza con la gente con la que se trabaja. “Me gusta tener un feedback y una o dos veces al año hago una encuesta de satisfacción para ver qué cosas tengo que mejorar. Se necesita una muy buena relación con la gente para que ese feedback sea lo más sincero y conciso posible y que les sirva a ambas partes”, afirma.
Y por supuesto, le da un valor especial a la capacitación continua. “Hay que estar muy en tema porque hoy la velocidad de generación de conocimiento es altísima y uno tiene que ir tamizando esa información para facilitarle al productor la toma de decisiones”.
Actualmente, además de hacerle un seguimiento cercano a unas cuantas empresas y grupos productivos, junto a algunos colegas lleva adelante una consultora con la que hace ensayos a campo y asesoramientos. Además tiene su propio desarrollo productivo para despuntar el vicio y poner en práctica los conocimientos adquiridos y los consejos compartidos. Pero remarca que lo que más le gusta es asesorar. “Estoy feliz con lo que hago, me veo como asesor CREA por varios años”, dice.
Mientras tanto, cuando se impone el desenchufe, elige ir a la naturaleza, a andar a caballo con sus hijas o a hacer un poco de deporte. En verano, el surf en Uruguay es su rito sagrado. Y durante el año le mete al tenis. Aunque su verdadero talento, dicen, está en el fútbol, deporte que practicó en la primera del club Sporting de Gálvez durante varios años. ¿Sus ídolos en ese rubro? Diego Armando Maradona, por supuesto, y Juan Román Riquelme. “El caño a Yepes fue terrible, el partido contra Real Madrid que salimos campeones del mundo, el pase a Aimar en la sub-20 donde el Payaso le hace el gesto como diciendo “cosa de locos lo que hiciste..”, recuerda.
No sabemos si en la cancha Diego Hugo Pérez desplegaba la misma lírica, pero en el campo, la garra del día a día ya le valió algunas copas.
Fuente: Clarín Rural