
«Cuando conectas con un perro, las palabras sobran»
Este sábado, Reserva Canina y GálvezHOY te presentamos la historia de Regina… La dejaron abandonada y enferma, como a otros tantos perris aquí y allá; y una familia que la ame sería la cura definitiva para su alma.
Quizás te entristezca lo que te voy a contar, pero me pasó y necesito desahogarme. Me dejaron en un campo… sola, sin castrar, con un tumor mamario a punto de reventar. Me dolía el cuerpo, pero más me dolía el alma.
No entendía por qué mi familia me había hecho esto. No supe si fue el abandono definitivo o la indiferencia para con mi bienestar lo que más me rompió, porque mi tumor no es reciente, viene creciendo hace rato.
Por suerte el miércoles, una persona me vio y no me ignoró, le importé. Me levantó con cuidado, me habló bajito y me trajo hasta la Reserva Canina Gálvez. Acá me abrazaron enseguida sin dudar, me llevaron a la veterinaria y ya tengo fecha para operarme: este lunes me van a sacar ese tumor que me duele tanto, no se debe esperar y además me van a castrar.
Todavía estoy triste, no lo voy a negar. Es muy difícil entender por qué me dejaron así.
Pero también estoy sorprendida. Porque pensé que ya no podía confiar en nadie… y sin embargo, aparecieron personas buenas. Personas que me cuidan, que se preocupan, que me acarician despacito como si quisieran coser las partes rotas.
Agradezco lo recibido en estos dos días y deseo desde lo más profundo de mi corazón, que todos los 4 patas lastimados, desatendidos, humillados, maltratados, enfermos o no queridos pudieran tener la misma suerte que yo… Por eso, si podés involucrarte y ayudar a sanar cuerpos y almas como la mía, no lo dudes, te juro que vale la pena».
REGI