
Conversatorio «MUJERES EN TERRITORIO, REDES Y RESISTENCIA»: visibilizar la invisibilidad

Se llevó adelante en la CHCB el conversatorio MUJERES EN TERRITORIO, REDES Y RESISTENCIA, organizado por el equipo de Igualdad, Género y Diversidad del Municipio local. Participaron como disertantes Gabriela Sosa, directora ejecutiva de la Mesa Federal de MuMaLá (reconocido movimiento feminista y disidente) y Carolina Baratero, productora agropecuaria y miembro de Mujeres Rurales Argentinas, para compartir su experiencia personal.
«Siempre fui invitada por el equipo que trabaja las temáticas de género y a 10 años del ‘Ni una menos’, nos invitaron para poder charlar un poco sobre las mujeres, los territorios y algunas experiencias que me tocó transitar en la gestión de política pública de género, pero también en la militancia feminista de Santa Fe -planteó Sosa- En esta oportunidad también me toca coordinar a las MuMaLá en el país, y las motivaciones te diría hoy que son más que evidentes: estamos en una situación sumamente grave, las mujeres dejamos de contar con programas nacionales y estamos con la misma o peor situación cuando nos referimos a la violencia machista. Han sido en estos 10 años, 2.590 las mujeres lesbianas, travestis y trans asesinadas por odio de género, por lo tanto hay que fortalecer, entiendo yo, cada una de las iniciativas que se van generando. como por ejemplo la que vamos a trabajar hoy».
Gabriela entendió que en la actualidad «nos sigue motivando esa desigualdad existente entre los varones, las mujeres y las diversidades sexuales… Cada situación que se expresa de manera violenta o los discursos de odio o estas situaciones más extremas como los femicidios, nos motivan a seguir trabajando desde el lugar que nos toque para visibilizar las violencias, pero también para visibilizar los límites que está teniendo el Estado para abordar cada una de esas situaciones«.
Baratero, por su parte, relató que desde «Mujeres Rurales Argentinas somos una asociación civil que nuclea a mujeres que vivimos o trabajamos en relación a la ruralidad a través de todo el país. La posibilidad de pertenecer a este grupo, es como enterarse de que nuestras realidades se multiplican y todas decimos más o menos lo mismo, tenemos más o menos los mismos reclamos, las mismas necesidades y las mismas cosas increíbles que pueden seguir pasando en el 2025». «Somos una voz difícil de encontrar -entendió- porque vivimos en lugares alejados, lejos de donde podemos ser escuchadas y con un trabajo casi invisible. A lo largo de muchas décadas el trabajo de la mujer rural fue prácticamente imperceptible y éramos una especie de apéndice cuando en realidad nuestro trabajo era el eje prácticamente por el cual se podía continuar en el campo trabajando. Entonces esta voz que me permite dar el grupo al que pertenezco y el trabajo que vengo realizando desde hace 40 años, es la que quiero transmitir y creo que necesita ser conocida, es tratar de hacer visible nuestra invisibilidad«.
En la oportunidad también hubo exposición de trabajos de artesanas locales.