A través del espacio «INSPIRAR», «Vero» Ceccone entregó un reconocimiento a Carolina Pavetto y su emprendimiento MANTARA
La diseñadora Carolina Pavetto, recibió un reconocimiento de la Cámara de Diputados y Diputadas de la provincia a través de INSPIRAR SANTA FE, espacio político representado en la ciudad por la docente Verónica Ceccone.
«Caro es una persona a la que empecé a admirar cuando la conocí… por la garra que le pone a todo, porque empezó de cero, porque nunca bajó los brazos. Nosotros sabemos cómo es nuestro país, la Argentina, donde hacer un emprendimiento desde abajo cuesta y cuesta mucho, y a veces abrirse camino, y más que nada a nivel mundial, lo que es para pocos, ella lo ha logrado y es de destacar», sostuvo Verónica en el momento de otorgarle el diploma, remarcando que «con el grupo Inspirar, el espacio político al que yo represento acá en la ciudad, decidimos reconocer este trabajo, el trabajo que ahora Caro está haciendo» a través de MANTARA y sus alfombras de diseño tejidas con lana de oveja. La certificación, que se realizó a través de una gestión del diputado Juan Argañaraz, referente del Partido Inspirar, declara de su interés «al logro del artista y creadora del proyecto Mantara, Carolina Pavetto, de la ciudad de Gálvez, Departamento San Jerónimo, que ha sido una de las empresas elegidas para representar a la Argentina en el Festival Anual de Tendencias y Novedades del Sector del Mueble y la Decoración de Nueva York».
Pavetto, por su parte, agradeció a «Vero» «por venir acá… Siempre me ha felicitado, me ha llamado, ha sido constante. Y yo estoy convencida de que se sale adelante trabajando, se sale con esfuerzo, y sobre todo con mucha pasión y teniendo un objetivo y una meta clara, sabiendo bien adónde uno quiere llegar».
Luego, en un momento de charla entre ambas mujeres, Carolina explicó cómo fue poder mostrar su labor en países del mundo: «Uno se postula, eso está abierto a todo el mundo que quiera postularse en cualquier disciplina, donde las convocatorias son a veces privadas, a veces desde Nación: uno se mete en la página de Internet, se postula y tiene ciertos ítems a cumplir, como sello de buen diseño, o licencia marca país. En nuestro caso somos una empresa certificada, que es una empresa de triple impacto, y luego hay un jurado que determina quién viaja. Y para que quede claro, los viajes y todo lo que uno hace lo costea de su bolsillo». Al viajar a EE.UU., por ejemplo, «lo bueno es que vos podés decir ‘mirá todo lo que me falta’, o empezar a decir ‘eso está bueno para crecer’, porque siempre hay que tener humildad y decir ‘no hago las mejores alfombras’, falta mucho para hacer las mejores alfombras, pero ahí tenés la posibilidad de mirar a los demás y decir ‘quiero ser como ése’, viendo cómo saca las fotos, cómo se presenta, cómo presenta el producto, y la cabeza se va abriendo. Lamentablemente, para nosotros los argentinos estaría bueno que a lo mejor haya un pequeño fondo privado o algo que pueda permitirnos exponer en el mundo, porque es caro. La verdad es que gracias a Dios yo he podido exponer gracias a Mantara, Mantara ha financiado los viajes…».
«Mantara», recordó, «no tiene un significado específico, pero quise conjugar lo que es artesanía y arte, donde hay un límite muy finito, entonces se conjugan madre, arte, tierra», añadió Caro, para luego referirse a las técnicas que se utilizan para obtener las alfombras.
«Desde el 2012, Carolina trabaja con artesanas que ya tienen su técnica, su ancestralidad, y lo que hacés es elevar esa ancestralidad, llevarla a la máxima expresión, invitás a la artesana a que acepte tu propuesta… Cómo llevó el proponerle a la artesana algo mucho más difícil, más que el mundo quiera? Porque eso te permitió incursionar en otros lugares del mundo», la consultó Verónica. «Detrás de Mantara hay muchas personas en situación de vulnerabilidad -contó «Caro»-. Para nosotros, el centro es la persona, y el poder vos colaborar a que esas personas puedan vivir de lo que saben y perfeccionarse en lo que saben, porque son en realidad universitarias de la vida, porque tienen carreras académicas sin el título… Y con las alfombras de Mantara, que es mi sueño y hoy lo estoy logrando, logramos llegar a hogares donde realmente se valora ese arte».
Son 120 las artesanas que trabajan para la firma, «sin contar toda la gente que trabaja part-time y quiero agradecer profundamente a todos los productores ovinos de la zona, de Gálvez y de alrededores que me venden su lana. O sea, es una cadena de trabajo muy grande, incluso los transportistas que traen también y reciben un ingreso extra, por eso en lugar de utilizar un comisionista, utilizo a los transportistas que vienen de la cosecha a traer el producto final».
Ceccone agradeció finalmente a Pavetto «que nos hayas abierto la puerta de tu lugar de trabajo, que podamos ver las muestras de los tejidos que vos estás haciendo. Como galvense, yo te agradezco, y a nombre de los galvenses también, porque es un orgullo para toda la ciudad que estés poniendo a Gálvez en boca del mundo«.
