En la tarde de este lunes, quedó inaugurado el cenotafio (monumento) que recuerda a los tripulantes del ARA Gral. Belgrano, hundido en un día como hoy hace justo 40 años, provocando la muerte de 323 soldados, casi la mitad de los argentinos caídos en la Guerra de Malvinas.

Con la presencia de autoridades locales, miembros del Centro de Ex Combatientes HENRY CASTRO y el capitán de navío veterano Humberto Ochoa (de la Asoc. AMIGOS DEL CRUCERO), tras cantarse el Himno Nacional, el intendente Mario Fissore se dirigió a los presentes, manifestando su emoción por «poner en valor un nuevo espacio para la memoria, porque cada espacio que se inaugura en nuestra ciudad para los ex combatientes, son para que las nuevas generaciones, recuerden que hace 40 años atrás nuestro país decidió ir a la guerra para recuperar las islas, en una gesta muy dolorosa especialmente para muchas familias, pero también para toda la comunidad en general». «Pero aquel 2 de mayo de 1982, un submarino inglés disparaba 2 misiles que pegaban de lleno en el ARA Gral. Belgrano y allí 323 personas perdían la vida. Hoy en este acto tenemos 3 de esas personas, nuestro ex combatiente Raúl Tavella, y los señores Acosta y Ochoa que hoy nos visitan: a nosotros nos contaron la historia, pero ellos la vivieron», dijo el intendente, para proceder entonces al descubrimiento del cenotafio, que está conformado por una pirámide trunca y que representa la interrupción de la vida de los héroes que murieron en este suceso.

 

«Hace 40 años volví a nacer»

Quien dejaría entonces su mensaje al público fue Raúl Tavella, único galvense tripulante del barco, quien agradeció a «todos quienes pusieron su granito de arena para realizarlo… Intendente, concejales, a mis camaradas: hace 40 años volví a nacer como otros compañeros que estuvieron en el crucero, que fue nuestra casa y quedó en el mar. Y con él 323 compañeros, que hoy siguen custodiando nuestro mar. Nosotros acá estamos, hoy le doy gracias principalmente a Dios porque estamos vivos, y porque puedo ver realizado esto, que tanto tiempo fuimos pidiendo, por lo que agradecido a todos». Y para demostrarlo, entregó placas a Fissore, al HCM y al Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, «desde donde se empezó a gesto esto, porque una mañana fui a hablar y pedí una reunión con el intendente, que se me concedió gentilmente y hoy está el monumento acá… Este es un día en que yo estoy mal, generalmente no salgo los 2 de amyo, pero hoy estoy en este lugar… Agradezco también a mis hijos que saben lo que pasé, y la pasaron duro como yo, agradezco también a los hijos de mis compañeros que están en esta lucha, y al capitán que nos acompaña en este momento».

Tras este momento de emoción, Tavella y el capitán de navío Humberto Ochoa colocaron en la base del monumento un libro que contiene nombre y foto de los 323 fallecidos en el ARA, como así se colocó una ofrenda floral, en tanto que el padre Federico realizó la tradicional bendición.

 

«Pudimos sentir y vivir la consigna de defender a la Patria hasta perder la vida»

Para cerrar la ronda de oratorias y el acto (que finalizó con un recitado y el canto de la Marcha de Malvinas), hizo uso de la palabra el veterano de Malvinas Humberto Ochoa, quien dio a conocer que se dejaron inaugurados 30 monumentos como éste a lo largo y ancho del territorio, «porque consideramos que ellos serán el perenne recuerdo de nuestros héroes, más allá de nuestra existencia. En este sentido quiero agradecer al Municipio y fuerzas vivas de esta ciudad, por el interés, esfuerzo y patriotismo dedicados en su construcción. Esta admirable política permite mantener viva la memoria de los que fueron escribiendo la historia de nuestro país, porque rescata a aquellos hombres que tuvieron el coraje y la oportunidad de defender la soberanía de la Patria hasta perder la vida».

Asimismo se manifestó orgulloso «de aquel verdadero crisol de voluntades para enfrentar el ataque submarino… No hubo que dar órdenes, cada uno en su puesto conocía su responsabilidad y actuó como se le había enseñado: el ejemplo y un claro sentido humano se pusieron de manifiesta o como si fuera una obra que, a pesar de ser tan trágica, no queremos olvidar… No fuimos valientes, sólo cumplimos con la responsabilidad que nos imponían las circunstancias, pero reconocemos que nos sentimos dignos y orgullosos de haber participado, porque como muy pocos argentinos, pudimos sentir y vivir la consigna de defender a la Patria hasta perder la vida, y fue el momento en que Dios eligió a un grupo de hombres para transformarlos en héroes».