Galdón logró su objetivo: llegó a Mardel en bici
Pasadas las 14:30 de este miércoles, el galvense Juan Galdón logró su objetivo y que conocimos a través de las redes sociales: llegar a Mar del Plata en bicicleta, en un viaje de 5 días.
«Arranqué el viernes, a razón de hacer 165 km. por día… Como arrancaba temprano, para evitar el calor y los vientos, un día a las 4 menos 5 estaba ya en la ruta, si no a las 5… Uno se va amoldando al calor, luego me voy mojando continuamente, pero cuando por ejemplo llegué a Chivilcoy, que fue el día de más calor, me fui a bañar y salí a tomar algo, ahí me di cuenta del verdadero fuego que hacía», comentó Juan este mediodía, a pocos kilómetros de llegar a destino.
Son 990km. que recorrió el galvense, a un promedio de 20km. por hora y un promedio de ocho horas pedaleando por día. La primera jornada «en el kilómetro 130 me acalambré, y ahí tuve que buscar alojamiento en Las Parejas, antes de dónde había reservado… pero si la mente manda, el cuerpo es una barbaridad y después no me dolió nada más». Para descansar bien, Galdón paró cada noche en hoteles: «Se puede hacer el recorrido descansando más, pero yo lo hice a buen ritmo», comentó, en tanto que anticipó que esta tarde ya sacaba la alforja de la bici «y mañana por la mañana me voy hasta la Virgen de Lourdes, paso a visitar un amigo que jugó al tenis con mi hijo Pablo en Náutico, y por la tarde llegan mi señora y mi hija, porque ni ahí que me vuelvo en bicicleta (risas)».
La idea nació «hace más o menos un año, en una de las tantas reuniones familiares y decíamos qué lindo ir a Mar del Plata, estábamos en plena pandemia, y mi nuera Noelia me dice ‘Y por qué no te vas en bicicleta‘, y ahí quedó. Pero al otro día, cuando me levanté, ya tenía instalada la idea en la cabeza. Y acá estamos».
Si bien Juan fue deportista y profesor de tenis toda la vida, en bici con regularidad empezó a andar hace dos años y medio: «Primero agarré la bicicleta de mi mujer y comencé a dar vueltas en la Circunvalación de Gálvez, después le pedí la de mountain bike a mi hijo… Cuando llegué por primera vez a Loma Alta me sentí re top, y luego invité a un alumno, hoy ya un amigo, César Pala, porque su hermano David solía salir, y anduvimos y anduvimos, y luego se formó un grupo hermoso a los que agradezco me hayan bancado tanto, porque ellos venían de competencia y son más jóvenes… Con ese grupo, en febrero fuimos hasta Santa Fe, hasta Guadalupe, y a la vuelta me acalambré todo… y ellos me esperaron, siempre me esperaron, y gracias a ellos que me aguantaron tanto, pude lograr lo que hice hasta ahora».
«Cuando hay objetivos -entendió-, todo se puede hacer, porque ya tenés la excusa para hacer algo, y el planificar eso te genera alegría, adrenalina, laburás con ganas porque tenés ese proyecto… Cuando estaba cansado y laburando en mi empresa de trofeos, pensaba en la salida, el viaje, y me fui motivando cada vez más…».
